
Por: Beatriz Ramos / Alfonso Ochoa,
Martes, 26 de Febrero de 2008
Correo, el diario del estado de Guanajuato
Murió el artista guanajuatense a los 63 años de edad
GUANAJUATO
Llegó a Guanajuato en la década de los 70, se fue para siempre este domingo. Paco Patlán, el grabador, el pintor, el artista, vivió 63 años, la mayor parte dedicados al arte.
Irapuato.- Los restos de Paco Patlán fueron despedidos ayer en su natal Irapuato, en una emotiva ceremonia, oficiada por el sacerdote Luis Castellanos, en el templo de San Juan Bosco; su espíritu y sus obras, se quedan entre quienes lo conocieron y admiraron. El templo estuvo colmado de familiares, amigos, admiradores y alumnos, el coro Polifónico de Irapuato, comandado por Amador Gutiérrez, proveyó de serenidad a los presentes, coronas de flores adornaban el templo, una de ellas a nombre de la Universidad de Guanajuato, donde el maestro Patlán dio clases. "Adiós al hermano Paco, los brazos de Dios te esperan", dijo el Padre Castellanos.
Al terminar la ceremonia eucarística , una de sus 7 hermanos, agradeció a los presentes, por acompañarlos.
Y en medio del dolor de su partida comenzaron a darse los anuncios de los homenajes que se rendirán al maestro.
Hoy martes en punto de las 7 de la noche en el Templo de San Francisco se realizará una ceremonia post mórtem; el jueves próximo a partir de las 5 de la tarde, en el Patio de la ex Facultad de Relaciones Industriales será homenajeado por las autoridades universitarias, a través de una exposición.
Y el viernes en punto de las 8 de la noche, en el Mesón de los Poetas, el artista Dean Gazeley, en homenaje póstumo al artista presentará el retrato que elaboraba de Patlán, el cual es parte del proyecto auspiciado por el Instituto Estatal de Cultura para plasmar la imagen de personajes del estado.
Alumnos, maestros, artistas, amigos, todos lo recuerdan por su gran corazón y por su entrega apasionada al arte, correo le ofrece algunos testimonios.
SENSIBILIDAD PLENA
"Paco Patlán, quien trascendió como grabador a nivel internacional, nunca buscó tener un estilo propio, pues buscaba captar lo inmediato; por eso nunca se repetía", afirmó su amigo Jorge Pantoja.
"Creo que en su obra fue fundamental el apoyo que recibió del maestro Jesús Gallardo y su estudio de las técnicas de grabado japonesas", dijo.
Recordó que Francisco Patlán era originario de Irapuato "y algo que no se le puede negar es que trabajó mucho por la Universidad de Guanajuato, trajo grandes personalidades, no solamente nacionales, sino internacionales a la Escuela de Artes Plásticas.
“Era un hermano, un gran amigo, siento en el alma que se haya ido, él, era un estupendo amigo, un estupendo artista de Guanajuato, que ahora deja una bonita herencia a sus amigos y a sus alumnos”.
Jesús Gallardo, cómplice de profesión de Paco Patlán
Los cursos de grabado japonés que año con año se dan él los implantó. Él trajo al maestro Luis Nichizawa".
Al hablar del amigo de toda la vida, Pantoja consideró que en Patlán no se puede disociar su manera de ser, sensible, de su manera de vivir.
"Su vida privada era la misma que su vida de pintor, de grabador. Por eso nunca utilizaba una misma técnica. Es el representante de un multiestilo, que lo mismo puede ir sobre los ángeles que sobre las casullas, sobre temas religiosos o sobre cierto grabado erótico", describió Pantoja.
SU OBRA, REFLEJO DE SU VIDA ÍNTIMA
Jesús Hernández "Capelo" evocó a Francisco Patlán como un amigo, un artista que se dio a querer mucho en Guanajuato y que, como artista, defendió su postura conceptual.
"Fue una persona de oficio, honesto, con claridad conceptual, en cuanto a la influencia que tuvo de Olga Costa, de Hermenegildo Bustos, del maestro Jesús Gallardo, que se integró a la cultura guanajuatense y que destacó en el grabado a nivel nacional", apuntó el ceramista y pintor.
"Sabemos que su estancia en Japón influyó mucho en su obra, pero creo que su obra más que nada era un reflejo de su vida intima, de su mundo propio, de su casa, de los objetos propios con los que él convivía", argumentó Jesús Hernández.
Capelo aseguró que para él la obra de Patlán está dentro de una escuela en la que se puede contar Hermenegildo Bustos, Luis García Guerrero, Olga Costa e incluso John Nevin.
"Es la continuidad de la expresión artística en el medio de Guanajuato, claro que con una forma propia y en un contexto diferente, más que nada en el grabado, que es lo que le gustaba hacer", apuntó.
El escritor Benjamín Valdivia opinó sobre la obra plástica del artista, en el libro "Frutos de la Tierra íntima", que "su adolescencia pletórica de música y de figuras de ángeles, determinó para siempre la intuición del arte de Francisco Patlán; hasta la fecha algo de naturaleza celeste que vibra en cada una de sus piezas, ya se trate de una cabeza que tiene pájaros y frutos flamígeros en el pensamiento, o directamente un colibrí posado sobre el brillo de un corazón, o un frutero blanco en el que las luces de sangre de una granada jugosa cantan hacia lo inconmensurable de la noche".
"Cuando vemos los grabados, los temples, las tintas diversas que pueblan este volumen espléndido, vemos que hay un vuelo que se retira inmediatamente del mundo material. Sus cuadros son dueños de una cierta antigüedad mágica, algo semejante a una imagen que hubiéramos olvidado y de golpe nos es familiar y clarísimo. Lo que vemos en la obra de Francisco Patlán es la felicidad. La suya propia al apoderarse de lo prístino con la imaginación..."
UN SENTIDO ADIOS
Miguel Ángel Rivera, director de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guanajuato, consideró el deceso del maestro Patlán, como una de las pérdidas más importantes en la época de dicho plantel ya que era, junto con el maestro Jesús Gallardo, un activo promotor de las artes en el ámbito universitario.
Reconoció también que fue un decidido impulsor de los creadores, ha dejado una trayectoria de grabadores el Distrito Federal, Colima, Guadalajara, Campeche, Baja California, Coahuila y muchos otros rumbos del país.
EL PERSONAJE
Para Francisco Pichardo, director del Museo del Pueblo de Guanajuato, el trabajo artístico de su maestro trascenderá en la historia y para siempre "porque Paco era universal".
Aunque "su fin llegó prematuramente, como artista deja un trabajo extraordinario ya que fue un excepcional grabador, maestros de muchos en la Escuela de Artes Plásticas, quien será difícil de olvidar, pues seguirá viviendo entre nosotros, Paco no se fue".
CLAVELES ROJOS Y ROPA ELEGANTE
Irene Berenice Rivera López, alumna del grabador, recordó a su "maestro Paco" como una persona enamorada de la tierra que lo adoptó (Guanajuato), valiosa, "luchador incansable por preservar e impulsar el grabado en las nuevas generaciones de artistas, entregado en cuerpo y alma al grabado y la pintura y preocupado por saber más y transmitir con generosidad sus conocimientos artísticos".
Como persona, destacó de Patlán su espíritu caritativo y alegre, y recuerda que cuando ambos hablaban de su propio final y como les gustaría que fuera, Paco le pidió llevarle claveles rojos formando un corazón, que todos los que se enteraran de su deceso fueran muy elegantes a su sepelio y que no hubiera "mucho lloriqueo" ya que finalmente "Paco se queda en el arte."
1 comentario:
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